El pelo encrespado forma parte del día a día de muchas personas. Por desgracia, la moda del pelo indomable se quedó en la década de los 80 y, en la actualidad, se trata de un efecto muy poco favorecedor. Normalmente, viene asociado más a menudo con el cabello rizado u ondulado, puesto que es más poroso. Huir de la humedad es algo esencial, pero, lamentablemente, es algo que no se puede conseguir en muchas ocasiones. Sin embargo, el cuidado del cabello será esencial para evitar lucir una melena apagada y quebradiza.
La hidratación es la clave
Está demostrado que un cabello hidratado luce menos encrespado. Es esencial utilizar productos específicos para nutrir las fibras capilares, pero también seguir unas pautas diarias de cuidado y evitar ciertos hábitos rutinarios dañinos.
Elegir el champú apropiado
Un cabello seco sufre más de encrespamiento, por lo que es primordial elegir adecuadamente el champú, haciendo hincapié en una capacidad nutritiva extra.
El uso de aceites y mascarillas
Los aceites de coco o de argán son extremadamente nutritivos, por lo que es recomendable utilizarlos y dejarlos actuar antes de lavarse el pelo. Eso sí, que sea de medios a puntas, para evitar engrasar las raíces. Lo mismo con las mascarillas hidratantes, solo que estas se aplican después del champú.
Atención a las etiquetas
Cuidado con los champús con sulfato o alcohol, pues secan más el cabello y, por tanto, este se encrespa. Es mejor decantarse por champús con glicerina.
El lavado del cabello
Si el cabello se lava a menudo, se elimina su grasa natural y, por tanto, favorece el efecto encrespado. No es que haya que llevar el pelo sucio, pero sí reducir los lavados. Si se tiene un pelo graso, siempre es mejor recurrir a un champú en seco de vez en cuando.
Secar y peinar
Frotar el cabello con una toalla es un error muy común, pues se quiebran las puntas y favorece el encrespado. Mucho mejor dejar que se seque al aire o, en todo caso, con una prenda de algodón o microfibra.
A la hora del peinado, es recomendable utilizar un peine de dientes anchos después del lavado, pues evita que el cabello sufra, se rompa y coja demasiado volumen.
La temperatura
En nuestros días, se abusa demasiado del uso del secador y la plancha. Las temperaturas tan altas hinchan las cutículas capilares y provocan encrespado, por lo que es recomendable que no se superen los 185 ºC. De igual modo, se recomienda aclarar el cabello con agua fría, pues así las cutículas se sellan y el pelo queda más brillante y liso.
Con un poco de voluntad y constancia, el pelo encrespado ya no será más que un mal recuerdo en el espejo.