La piel es un elemento especialmente sensible del cuerpo humano. Principalmente, porque tiene que estar en contacto con todo tipo de materiales, sustancias y situaciones que pueden causar un daño verdaderamente importante en esta. Especialmente es algo que se puede observar en el caso de los cosméticos. Por ello, es importante conocer los elementos más nocivos y los ingredientes tóxicos y peligrosos a los que está expuesta, para así evitarlos. Estos serían algunos de ellos.
Qué evitar para un buen cuidado de la piel
Estas serían algunas de las sustancias más peligrosas:
– Parabenos. Es un compuesto pensado como conservante del propio cosmético o maquillaje. Es decir: impide que surjan bacterias o microorganismos peligrosos, de manera que se alarga la vida útil del producto. Sin embargo, a la larga terminan por ser verdaderamente perjudiciales para la piel humana.
– Parafina. Crea un interesante efecto de impermeabilidad en la piel, ofreciéndole suavidad. Sin embargo, esto lo consigue siendo un derivado del petróleo. Aparte de asfixiar el poro en muchos casos, puede también producir daños celulares importantes en la piel humana.
– Formaldehído. Cada vez menos cosméticos cuentan con este complemento, sin embargo, todavía sigue presente en algunas sustancias de uso diario. Sin lugar a dudas, es uno de los más peligrosos que hay, e incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo ha declarado como un elemento cancerígeno. Por lo tanto, es esencial evitarlo.
– DEA, MEA y TEA. Son elementos que no siempre tienen que ir presentes juntos, pudiendo encontrar solo uno o dos de ellos en algunos cosméticos. Actúan a nivel profundo en la piel, y cumplen ahí su función. Sin embargo, también se arriesga la salud de las capas internas de la misma al emplear cosméticos que utilizan este tipo de sustancias.
– Aluminio. Este material saltó la voz de alarma ya hace unos años. Se empleaba mucho en los desodorantes, ya que ayudaba a taponar el poro evitando, por lo tanto, la sudoración. Sin embargo, esto, a su vez, no dejaba de ser verdaderamente peligroso para la piel, impidiendo su correcta transpiración.
– Filtros UV. Los rayos ultravioleta pueden ser un conocido enemigo de la piel. Pero, en ocasiones, es peor el remedio que la enfermedad. Y este es uno de esos casos. Aquí, lo que sucede, es que esta barrera protectora se filtra hasta el interior de la piel, quedándose en el organismo. Un ejemplo del efecto tan negativo que pueden causar se encuentra en muestras de leche materna que conservaban todavía este tipo de filtros.
En conclusión, estos son solo algunos de los ingredientes tóxicos que se emplean en los cosméticos de uso diario más comunes. Es importante fijarse atentamente en su composición y tratar de evitarlos, para mantener siempre la salud de la piel en el mejor estado posible.
